Peligroso, siempre y nunca tener miedo.
Sin
intentar aprender cómo parar de intentar.
Encandilados,
pero no perdidos.
Anclas
que quedan atrás.
Tormentas
que devoran los truenos.
Una
extraña energía que hoy conmueve este mar.
Buscada corriente de inconvenientes.
Refuerzan la fuerza que yace en nuestro interior.
Un
acorazado y un par de buques de guerra.
Contradicciones
que solucionan problemas.
Cuanta secuela dejo eso que nunca existió.
Papeles
que nadie lee, y tiempo, siempre tiempo.
¿Cuánto
vale el tiempo?
¿Cuándo
cambia el viento?
“Un día después,
(después de vos...)
cruce los dedos.
La barca pasó
y el mar quedó, al fin, quieto”
(después de vos...)
cruce los dedos.
La barca pasó
y el mar quedó, al fin, quieto”